Reto 5

Desde pequeño había sido diferente. Los ancianos de mi clan decían que yo era el elegido. ¿El elegido para qué? me preguntaba de pequeño. Pero ahora lo entiendo. Siempre me hacían pruebas e intentaban cultivar en mí el interés por la magia. Nunca le dí mucha importancia, aunque sí había aprendido algunas cosas. Sabía que tenía más facilidad que otros cuando usaba la magia. No todos tenían el don, en nuestra tierras solo éramos tres lo que teníamos sangre mágica. 

Hasta hace una semana yo estaba bien, vivíamos con mis hermanos dentro de nuestras tierras sagradas. Eramos elfos, nos diferenciábamos de las demás criaturas existentes por nuestra altura, nuestras orejas puntiagudas y  nuestros ojos oscuros. Nunca nos habíamos preocupado por nada, no nos faltaba ninguna cosa para ser felices. Pasábamos nuestros días cantando, jugando y nada más que eso. 

Pero todo eso había cambiado. Tal como los pronosticaban los pergaminos, el mal había llegado. Nuestras tierras sagradas habían sido violadas, habían entrado y se habían llevado todo. Unos pocos alcanzamos a escondernos, los demás murieron. Mis padres murieron. ¿Quién era el causante de todo esto? Aún no tenía nombre. 

Entre los sobrevivientes se encontraban algunos de los ancianos de nuestro pueblo. Me dijeron que este era mi momentos. Estaban seguros que era el elegido. 

- Tienes que poner en práctica todo lo que has aprendido y hasta lo que desconoces que puedes hacer. 

-Mañana mismo comenzarás un viaje, si quieres salvarnos a todos de esta fuerza del mal deberás entregar tu vida. Se que ahora no entendés todo lo que esta pasando, pero Isabella te ayudará a entender. Ella sabe más de los pergaminos que cualquiera de nosotros- dijo otro anciano. 

Mire a Isabella ¿Justamente ella tenía que ser? ¿Acaso yo no tenía opción de elegir? Pero sabía en el fondo que si esta era la única manera de vengar a mi familia haría lo que hiciera falta. 

Hoy ya estaba caminando con ella en silencio. Sin saber qué decir, o qué preguntar primero. Sabía solamente que nuestro primer destino era la Fuente de Sabiduría, ahi recibiría mi primera enseñanza.