Reto 2

Noches eternas

Cuando tenía 10 años falleció mi abuelo. Si alguna vez has perdido a alguien seguramente coíncidas en que el peor momento es cuando llega la noche. Te pongo en situación, querido lector. Después de todo un día de angustia en donde tenés que pasar por una tormenta de sentimientos, oscurece y decidía ir a dormir. Ya estás acostado, no hay nadie para abrazarte ni para charlar y te ponés a pensar.Pensás en todo lo que no hiciste y pudiste haber hecho, te acordás de las cosas lindas que viviste con esa persona, te dás cuenta que no hay vuelta atrás que ya no vas a poder abrazar a ese ser querido nunca más. Creo que a todos nos pasa algo parecido. La noche se hace eterna. Y parece que ese puntazo en el corazón no se va a ir nunca. Das vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. Tratás de pensar en otras cosas más felices pero es imposible. Capaz pensás en el velorio y en las personas que fueron. Y te enojás por algunas que aparecieron cuando hacia mil años luz que no hablaban con el fallecido. 
Yo por lo menos pensé en todas estas cosas mientras intentaba dormir. El silencio me hacía escuchar todo eso que había tratado de ignorar durante el día.  Hacia tiempo que no veía a mi abuelo, no porque no quisiera sino porque estaba lejos. A dos mil kilómetros de distancia. Sabía todo lo que venía, mi abuela iba a estar sola. Me pregunté como sería perder al esa persona que te acompañó toda la vida. Se me pasaba por la cabeza en como mamá me dijo lo que había pasado y lo repetía una y otra vez como una pelicula. Y lloré mucho. Recuerdo que en algún momento de la noche, empecé a tararear un canción en donde pedía fuerzas a Dios. Era lo único que se me ocurría hacer. También me acuerdo de haber pensado en como sería al otro día, porque todos los demás ignoraban lo que había pasado y supongo que en el fondo sabía que no les iba a importar demasiado. Esa noche le elegimos una estrella a mi abuelo, una que quedaba enfrente a la ventana de mi casa y que podía verse con claridad por lo mucho que brillaba. No sé en que momento me quede dormida pero estoy segura que eso fue lo último que pensé. 
Sé que el reto es sobre relatar la peor noche, pero creéme que esta relacionada. Cuando tenía 19 años falleció mi amiga. Todavia recuerdo esa voz diciendo "Dani falleció a las cuatro de la mañana". Y llego la noche nuevamente, y me sentí más sola que nunca. Y me arrepentí de no haberla llamado. Y traté de acordarme de la última vez que la vi. Pero no pude. Y me dio bronca que la llorarán personas que nunca habían estado. Y me refugié en los abrazos que había recibido durante el día. Y me consolé pensando en que ya no sufría y que estaba en un lugar mejor. Me pregunté como sería estar muerta. Me imaginé a mi misma muerta y que mis pensamientos ya no exisitieran. Me dio miedo y me angustié. Y pensé en todo lo que me habían enseñado en la iglesia. El cielo. ¿Como sería el cielo? Tuve esperanza. Y traté de quedarme con lo bueno. Recordé a ella diciendome "Yo estoy bien, ahora ustedes tienen que estar bien". Canté en mi mente las canciones que a ella le gustaba. Y el miedo fue un poco más leve.
La peores noches son en las que te pones a pensar lo frágil que es la vida. Te das cuenta de que no hay mucho tiempo. No sabés hasta cuando va a durar todo esto de vivir. Y te enojas y lo considerás injusto. Pero eso te hace decidirte a disfrutar, agradecer, perdonar y amar. 
Una vez escuché que ese tipo de noches son como eclipses, parece que todo esta oscuro pero es momentáneo después de ese momento se puede ver la luz. Yo encontré la mía.



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