Necesitamos crecer



Necesitamos crecer y esta vez en serio. Como el niño que deja de creer en las historias que inventan los padres, tenemos que dejar de lado el cuento que construimos alrededor de este amor violento. ¿No se supone que el amor te debe hacer feliz? Nos metieron en la cabeza que sufrir por amor es bueno, pero estamos a tiempo de cambiar ese pensamiento.
Dejé de sentir lo que es la felicidad hace mucho tiempo. De a poco todo se empezó a desmoronar alrededor mío, nunca debí depender tanto de nadie. La caída comenzó y no podía sujetarme a nada pero al menos veía que algunos brazos que se aparecían en breves destellos de luz y que hacían todo menos crudo. Mientras caía pensaba "el fondo debe estar cerca, no va a doler tanto". Pero no fue así. Iba empeorando, nunca llegaba a ningún lado.Ya no podía respirar sin que doliera. Me ardían los ojos de tanto llorar. Ya no me quedaba  fuerza para pedir ayuda. A medida que avanzaba el tiempo, todo se volvió más oscuro hasta que en cierto tiempo deje de ver la luz. Tuve miedo y creí que nunca más iba a salir. En la caída me fui lastimando, y creo que de eso tengo asumir completa responsabilidad.
Toque fondo, me dolió el impacto, tanto que me dejo sin aire. Deje de respirar. Y sentí que la vida se escapaba. Cerré los ojos y me entregué. 
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Me despertó el brillo de algo a lo lejos. Me abracé para juntar todos mis pedazos que habían quedado en el piso.  No recuerdo como hice pero incorporé. Me di cuenta que había sobrevivido. Mi cuerpo estaba lleno de cortes y lastimaduras pero no era tarde para escapar de ese lugar. De a poco fui subiendo. De vez en cuando, caía de nuevo.Aún así trataba de seguir. Cuando salí al superficie, vi que todo era distinto. Los colores estaban más vivos de lo que había visto nunca. Corrí porque era libre y nada me retenía de hacer lo que quería. Grité al mar sin temor de lo que pensarán los demás. Lloré de alivio.
Decidí cerrar esta historia y quemar todo las páginas relacionadas a vos. El fuego era gris y ni siquiera daba calor. Las cenizas que quedaron las junté porque al menos quería quedarme con los rastros de lo bueno que me enseñaste. De vez en cuando las miro para recordar pero ya no dependo de ellas. Y quizás algún día deje de necesitarlas y las suelte al viento para que a alguien más les sean útiles. 
Tenerte fue más infierno que otra cosa. Las cicatrices en mis brazos son la prueba. Tengo algunas más pero no creo que cuente nunca de donde salieron. Seguramente también sea mi culpa. No importa, porque me recuerdan de dónde vengo y por lo que pasé. Aprendí. Necesitamos crecer. Necesito crecer y entender que el amor quizás este más relacionado con uno mismo que con el otro. Sueño con el día en que pueda mirarme al espejo y sostenerme la mirada y decirme que me merezco lo mejor. No quiero conformarme más. Quiero el amor sea fuego y que queme, que queme y  me den ganas de quedarme sentada en ese calor. Que sea un fuego seguro al que no le tenga miedo, que pueda encender cuando sienta que todo este muy oscuro. Quiero que sea sano. Quiero poder sonreír porque no debería doler.



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